jueves, 18 de diciembre de 2008

Reivindicando la Navidad

Un año mas se aproximan las fiestas navideñas, con sus tradicionales belenes, sus villancicos, sus valores de unidad familiar, de solidaridad con el prójimo, etc, unas fiestas que en cierto modo sacan lo mejor del espíritu humano especialmente en época de crisis económica, donde el eclipse de la vanidad consumista no esta tan presente y la luz de los auténticos valores que representa esta fiesta brilla quizás con mas fuerza en un mundo de sombras crecientes.

Desde "iniciativa Social Alternativa" queremos animar a celebrar estas fiestas desde la fidelidad a nuestras tradiciones mas arraigadas, desde el apego a nuestra cultura y nuestra identidad espiritual cada vez mas amenazada por una cultura del consumo que obvia la esencia del espíritu y ensalza la vanalidad de nuestras mas bajas pasiones.


Cierto es que muchos somos los que vemos estas fiestas no como una oportunidad mercantil de llenar los acaudalados bolsillos de los grandes magnates del dinero, no como una oportunidad de reactivar el egoísmo de la sociedad comprando cosas que no necesitamos para participar de un juego macabro que da la espalda al sufrimiento humano de millones de personas que mueren de hambre, sino como una oportunidad de reivindicar la navidad como símbolo de la resistencia precisamente contra ese mundo egoísta y materialista que poco a poco se va imponiendo no solo en la política o la economía sino en las mentes y las conciencias de los ciudadanos que fácilmente se dejan seducir por lo que no es mas que una ilusión.

Si hay un símbolo que representa esta "invasión cultural" este "insulto" a nuestra tradición es quizá Papa Noel, ese producto mercantil de Coca Cola vestido de rojo y blanco a imagen y semejanza de su promotor que viene a nuestro país, a expulsar a nuestro reyes magos de nuestros belenes, a sustituir la devoción e ilusión de nuestros niños, y a volar con su trineo en una tierra en la que rara vez nieva... ese producto revestido de "gordito bonachón" tras el cual se esconde una perversa realidad, la derrota del espíritu de la navidad, de la solidaridad y de la tradición y su sustitución por la fiebre del consumismo, el espíritu del egoísmo y la pseudocultura mundial del desarraigo y el nihilismo.

No nos cansaremos de reivindicar la esencia de una tradición que es sana para el espíritu humano frente a una decadencia que embrutece al hombre y lo hace menos sensible a la injusta realidad que nos rodea, no nos cansaremos de defender los autentico
valores que representa esta fiesta frente al falso significado que se le quiere dar, en todos nosotros esta la responsabilidad de no contribuir por acción u omisión a la destrucción de 2000 años de tradición espiritual y de transmitir y celebrar lo que hoy se quiere ocultar y destruir.
FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO

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