domingo, 14 de diciembre de 2008

EL PROBLEMA DE LAS DROGAS COMO SÍNTOMA PROFUNDO DE LA PÉRDIDA DE IDENTIDAD.

Por Juan S. Tortosa

http://www.laverdad.es/murcia/20081208/local/region/policia-nacional-incauta-pastillas-200812081943.html

La enésima redada contra en tráfico de drogas en nuestra región. En este caso llama la atención el tipo de sustancias incautadas: prodigiosas cantidades de pastillas, elaborados químicos en suma, especialmente destinadas a surtir los mercados que se mueven en torno a los ambientes de ocio. ¿ Hasta tal punto llega el malestar y la desorientación de la mayor parte de la población española ( y no solo de sus jóvenes ) que es incapaz de organizar su diversión sin tener que recurrir a los “paraísos artificiales” ni al embrutecimiento de sus emociones y sentimientos? ¿ Acaso la fiesta tiene que ser sinónimo de profunda bestialización y de repudio de la propia personalidad? ¿ Es posible contrarrestar tan desoladora tendencia?

Aunque desde esta tribuna defendamos firmemente que cada individuo es a fin de cuentas responsable de sus propios actos, no podemos perder de vista que una sociedad orientada exclusivamente a la promoción del consumo desenfrenado termina creando inevitablemente un abultado número de frustraciones y decepciones que con frecuencia conducen al uso y abuso de sustancias estupefacientes que degradan el espíritu y el carácter y destruyen la salud y el organismo.

No caigamos en moralizaciones fáciles: el exceso, el vicio como episodio excepcional es inevitable y hasta podemos concluir que forma parte necesaria de la experiencia humana. Lo inquietante esa tendencia natural al exceso haya sido elevada a la categoría de modelo a imitar, a comportamiento supremo; un modelo promovido artificialmente hasta el paroxismo por los mecanismos consumistas.

Algunas posibles soluciones son, de hecho, sobradamente conocidas: la promoción de valores sanos y sólidos de honestidad, deber y responsabilidad hacia uno mismo, hacia los miembros de su familia y hacia su nación, valores que en última instancia permitan acomodar el necesario afán de bienestar material al correspondiente buen juicio a la hora de controlar el ejercicio de los actos y decisiones personales y comunitarias.

No, el problema no son las soluciones, las tenemos. El verdadero problema es precisamente la ausencia actual de esa voluntad colectiva para sacudirse el tiránico mandato de la estimulación sobredimensionada a la posesión material y el disfrute de sensaciones extravagantes, arteramente alentadas por los poderes e intereses espureos que nos rigen hoy día. Precisamente ese debe ser nuestro cometido inmediato: despertar a la población de su letargo inducido, y el primer paso es describir la situación, como hacemos justamente en Iniciativa Social Alternativa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen articulo Juan, debemos potenciar los valores deportivos y culturales que sean sanos tanto para el cuerpo como para la mente como alternativa a esta lacra de la droga, muchas veces fomentada desde las propias instituciones.

Un saludo